El grado de análisis de un gran pensador no solo se da en el campo de los ejes de la lógica y los postulados aristotélicos, simplemente el gran pensador expande su estructura (o la falta de ella) a los objetos que lo rodean en cualquier de las esferas en que se puedan encontrar, como ser lo gastronómico:

(..)" Es evidente que el prestigio del bistec se vincula con su cuasi-crudez: en él la sangre es visible, natural, compacta y cortable; uno puede imaginar perfectamente la ambrosía antigua en esta especie de materia pesada que se achica bajo el diente de tal manera que permite sentir al mismo tiempo su fuerza de origen y su plasticidad para expandirse por la sangre del hombre.La razón de ser del bistec es lo sanguíneo: los grados de su cocción no se expresan en unidades calóricas, sino en imágenes de sangre; el bistec es saignant(que recuerda el flujo arterial del animal degollado), o bleu (la sangre pesada, la sangre pictórica de las venas que sugiere el violáceo, estado superlativo del rojo). La cocción, inclusive moderada, no puede expresarse francamente; para ese estado contra natura hace falta un eufemismo: se dice que está a punto, pero en realidad se da más como un límite que como una perfección.Comer el bistec saignant representa a la vez una naturaleza y una moral. Todos los temperamentos le son adecuados, los sanguíneos por identidad, los nerviosos y los linfáticos por complemento.
Comer el bistec saignant representa a la vez una naturaleza y una moral. Todos los temperamentos le son adecuados, los sanguíneos por identidad, los nerviosos y los linfáticos por complemento. Y así como el vino se convierte para buen número de intelectuales en una sustancia mediúmnica que los conduce hacia la fuerza original de la naturaleza, el bistec es para ellos un alimento de recuperación gracias al cual vuelven prosaica su cerebralidad y conjuran, por medio de la sangre y la pulpa blanda, la estéril sequedad de que siempre se les acusa"(...)

Hoy en La Nación como en muchos otros diarios del mundo salió una noticia sobre un importante avance contra la propagación/generación del virus del HIV y consecuente SIDA. Frente a una elección quizás no muy acertada con respecto al título de la nota donde se le pone segun varios una carga demasiado esperanzadora. El quid de la cuestión está sin duda en los comentarios que se pudieron leer con respecto al hallazgo, como este:

Algo que me impresiona muchísimo es la expresión de satisfacción plena que muestra el rostro brillante e iluminado del hematólogo Gero Hutter. Es realmente terapéutico para cualquiera que se detenga o observarlo durante solo 30 segundos, realmente esta foto te levanta el ánimo y te dice que algo muy bueno se avecina. Es también muy interesante y alegórico los dos cuadros de científicos me imagino que le acompañan en el fondo. Ténganlo por cierto que esta foto pasará a la historia con letras de diamante. Por otra parte yo justifico el término accidental, porque a pesar de haber sido un hecho planificado, el hallar un donante y que encima tenga la mutación DELTA32 del 3% de la población Europea puede ser calificado como un hecho verdaderamente fortuito y accidental porque sucedio en el momento preciso y el lugar preciso cosa muy inusual e improbable por cierto. Por otra parte el hecho de tomar el riesgo de suspender la medicación retroviral despues del transplante de médula fué una decición pensada pero accidental ya que ese acto no está escrito en ningún protocolo y de hecho aún no hay protocolo, fue algo así como jugar a la ruleta Rusa. Finalmente es accidental el hecho de tener un Norteamericano viviendo en Berlin con SIDA y LEUCEMIA a quien también debemos agradecerle. Lo que sí no es accidental es el hecho de que DIOS haya armado esta trama maravillosa de donde debemos sacar muchas enseñañzas. Atte. Nutricionista Roberto Vargas Carolini, Cochabamba, Bolivia.

Pensando en la estructura y la formación de la persona que escribió eso, el tema pesa todavía un poco más. Suponiendo que este nutricionista sea matriculado en un sistema de estudios como el de nuestro país, esto supondría que sus conocimientos llegan desde anatomía hasta psicología. Comprendiendo todas las esferas del cuerpo humano, incluso las que no conozco. El detalle de la maquinaria (humana) perfecta no se le escapa a este hombre y tengo la casi segura conviccion de que el nutricionista desintegra la teoría de la evolución bailando sobre la tumba de Darwin, Mendel, etc.
Pero con respecto a este imaginario del científico religioso donde el pronunciador de estas palabras le otorga el todo a un Dios supremo. Me gustaría plantear varias cuestiones respecto a esta concepción universal. Preguntaría si fue ese mismo Dios el que permite que esos laboratorios monopolizen por completo las fórmulas de las vacunas o que aumenten sus patrimonios explotando las minas de silicio y de otros minerales al oeste de Sierra Leona. Y sino fue ese Dios seguramente haya sido el que deja que tomen al ya citado terreno africano como población de ensayo para las nuevas drogas. Hagamos al revés, pongamos en evidencia una vez más la existencia de este virus y que nos digan quién entonces fue el creador. El fanatismo lleva a la ceguera, me gustaría negarlo, pero la oscuridad real está en las protecciones, en las ojeras que ayudan a no dejar de caminar para adelante sin preguntar porqué comenzamos a caminar.
Acaso, las manos chamuscadas de Nerón no son iguales a las de Poncio Pilatos?

El azar es algo que no tiene mediciones, no me canso de de pensarlo. Una infinidad de veces seguramente habré caminado la misma vereda, pero sin embargo en los días más secos (como buscando la antinómia) no me puse a buscar las baldosas que están flojas. En los días de lluvia sin embargo, de entre la marea que camina en la vereda son las primeras que piso,obviamente, son las primeras en ofenderse y devolverlo como quien sabe boxear. Espera un golpe que no tiene efectividad para devolverlo en el momento exacto creando el contraste.
Yendo más lejos, a las relaciones humanas, uno desafortundamente varias debe hacerse respetar por las malas, no me refiero a la violencia, sino a la necesidad de agregar una cualidad perforante a las vocales y una sibilancia mordaaz a las contrarias. Levanto la mano y digo "yo también" cuando los demás se arrepienten de haber dicho cosas que no deberian de haber dicho. Pero esas palabras, si los astros se vuelven a acomodar en pos de una evolución no podrán ser dejadas de lado. En su momento pueden ser dolorosas, varios sentidos en lo que respecta a orientación, pero es el mismo dolor que desaparece cuando uno mira el tatuaje, lo inapagable dentro del calor del cuerpo.
Mis palabras sirvieron, pero me dieron miedo.